Escucho a lo lejos el eco de tu voz
Como un coro iluminado
Resuena en mis oídos tu suspiro inquietante.
La noche a caído en las montañas
El frío taciturno se acomoda suavemente en la oscuridad absoluta
El reloj no detiene su marcha
Palpita escandaloso cada instante
Iluminado y blasfemo
Como si disfrutara cada segundo que me roba.
Mis ojos al cerrarse observan tus sombras
Destellos fugaces que los versos trasforman .
Escucho la noche, mis ojos se cierran .
Poesía.
Miguel Adame Vázquez.
13/08/2012
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Se vale la critica que propone.
El comentario que nutre. muchas gracias.